Como muchos otros paises, Nicaragua se encuentra en una discusión sobre cómo reconocer los derechos de los animales en nuestro entorno. Al inicio, luchar a favor de los animales parece una causa quixótica. En las ciudades, y en los pueblos, se ven perros en las calles con sarna, sin cuido, sin suficiente alimento, sin cariño y cuido de ningún ser humano. Muchas veces, estos perros tienen dueños, pero se considera apropiado mantener un perro en un estado miserable, casi siempre alegando falta de recursos. Lo mismo pasa con caballos. En ambos casos, cuando no son útiles o convenientes a sus dueños, son abandonados en la calle, para buscar como defenderse en una situación que no permite que no prosperen.
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Hasta los gallos marcharon! Photo Jeffrey McCrary. |
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El entrañable Scooby llegó, también. Foto Wendy Pavón. |
Hay otras áreas en las cuales hay conflictos sobre los derechos de los animales. Sigue en alto el deporte de pelea de gallos. Es un deporte de todos los domingos entre todo el interior del país, a pesar de que es nada más ni menos que una imposición cruel sobre dos animales.
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Pancartas pasaron los mensajes durante la marcha. Foto Jeffrey McCrary. |
Otro serio problema en Nicaragua es la mezcla de los deseos de tener una mascota con la abundante vida silvestre alrededor. Frecuentemente, vemos monos, felinos, lapas, y otros animales que no son aptos para cautiverio, que fueron cazados y capturados del bosque para vender. Y lo más sorprendente y decepcionante es que hay personas que compran esos animales, pensando que pueden darles lo que realmente no se puede dar a un animal silvestre en una jaula. Cada animal silvestre debe vivir y morir en el bosque, no en una jaula. Estas y otras razones son las causas que nos motivan a promover una ley efectiva para proteger a los animales domesticados igual como los animales no domesticados. Hasta los circos tienen animales silvestres en exhibicion.