La Asamblea Nacional de Nicaragua se encuentra en el proceso de reglamentar la Ley de Bienestar Animal, también conocida como la Ley 747. Esta ley noble prohibe al maltrato y requiere a todo dueño de animales, que sean de tiro, de alimento o de mascota, que brinde condiciones dignas para el curso de su vida.
Nicaragua, siendo un país con bosques alrededor, se ha acostumbrado a tratar a algunos animales como si fueran domesticables. Todos tenemos algún amigo que tiene un mono encadenado en su patio. Loras y lapas abundan entre la clase media alta, se han convertido en manifestaciones de poder adquisitivo. Y hay quienes en Nicaragua con tigrillos, leoncillos o hasta un jaguar enjaulado en su casa, extraño o perverso que sea.
Los perros y los gatos son animales que derivan de la vida silvestre, pero después de miles de años de acompañamiento a los seres humanos, ya dependen de ellos. Los gatos y perros no pueden sostenerse como especie sin alguna relación con el ser humano.
Sin embargo, las lapas, las loras, los chocoyos, las culebras, y todos los animales silvestres, no prefieren vivir con el ser humano como si fueran gatos y perros. En jaulas, amarrados con cadenas, o con sus alas cortadas, se encuentran miles de animales de la vida silvestre en Nicaragua. El comercio en estos animales es tan fuerte que casi nadie en este país ha visto una lapa en su vida libre, pero todos hemos visto lapas en jaulas dentro de casas de amigos.
Los animales silvestres en Nicaragua sí dependen de los seres humanos, para que se acabe con el tráfico de mascotas. Sin una ley y coacción contra las personas que participan en el tráfico de animales silvestres, vamos a seguir perdiendo animales del bosque, como ya ha pasado con la lapa y los monos en gran parte de Nicaragua.
El Nuevo Diario ha publicado una entrevista sobre los rescates de animales silvestres del tráfico en mascotas. FUNDECI/GAIA maneja un pequeño albergue donde recuperamos animales silvestres heridos o abandonados del tráfico en mascotas. Por nuestra experiencia como voluntarios a favor de los animales silvestres, FUNDECI/GAIA participa con los miembros de la Asamblea Nacional en la formulación del reglamento para esta ley. Quieres ayudarnos a cuidar estos animales y prepararlos para su regreso al bosque? Necesitamos voluntarios, donaciones de comida, servicios veterinarios y buena voluntad! Si deseas donar un paquete de marañones o un día de trabajo, estaríamos nosotros y los animales muy agradecidos. Contáctennos.
Nicaragua, siendo un país con bosques alrededor, se ha acostumbrado a tratar a algunos animales como si fueran domesticables. Todos tenemos algún amigo que tiene un mono encadenado en su patio. Loras y lapas abundan entre la clase media alta, se han convertido en manifestaciones de poder adquisitivo. Y hay quienes en Nicaragua con tigrillos, leoncillos o hasta un jaguar enjaulado en su casa, extraño o perverso que sea.
Los perros y los gatos son animales que derivan de la vida silvestre, pero después de miles de años de acompañamiento a los seres humanos, ya dependen de ellos. Los gatos y perros no pueden sostenerse como especie sin alguna relación con el ser humano.
Sin embargo, las lapas, las loras, los chocoyos, las culebras, y todos los animales silvestres, no prefieren vivir con el ser humano como si fueran gatos y perros. En jaulas, amarrados con cadenas, o con sus alas cortadas, se encuentran miles de animales de la vida silvestre en Nicaragua. El comercio en estos animales es tan fuerte que casi nadie en este país ha visto una lapa en su vida libre, pero todos hemos visto lapas en jaulas dentro de casas de amigos.
Los animales silvestres en Nicaragua sí dependen de los seres humanos, para que se acabe con el tráfico de mascotas. Sin una ley y coacción contra las personas que participan en el tráfico de animales silvestres, vamos a seguir perdiendo animales del bosque, como ya ha pasado con la lapa y los monos en gran parte de Nicaragua.
El Nuevo Diario ha publicado una entrevista sobre los rescates de animales silvestres del tráfico en mascotas. FUNDECI/GAIA maneja un pequeño albergue donde recuperamos animales silvestres heridos o abandonados del tráfico en mascotas. Por nuestra experiencia como voluntarios a favor de los animales silvestres, FUNDECI/GAIA participa con los miembros de la Asamblea Nacional en la formulación del reglamento para esta ley. Quieres ayudarnos a cuidar estos animales y prepararlos para su regreso al bosque? Necesitamos voluntarios, donaciones de comida, servicios veterinarios y buena voluntad! Si deseas donar un paquete de marañones o un día de trabajo, estaríamos nosotros y los animales muy agradecidos. Contáctennos.