Casi tres décadas tras la imposición de una suspensión a divinis por el Papa Juan Pablo II al Padre Miguel d'Escoto Brockmann, otra vez él es libre de ejercer las funciones públicas del sacerdocio, entre ellos decir misa. Gozamos de celebrar misa con el Padre Miguel recientemente, en la Iglesia La Merced, Barrio Larreynaga en Managua. Durante la misa, Padre Miguel ofrecio varias reflexiones sobre sus cinco décadas como sacerdote, durante las cuales, el también sirvió como Ministro del Exterior para el Gobierno de Nicaragua desde 1979, hasta la entrega del gobierno a Violeta Barrios de Chamorro en 1990. Luego, sirvió como Presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, entre 2008 y 2010.
El Padre Miguel dijo estar Ministro del Exterior de Nicaragua un rato, y luego estar Presidente en las Naciones Unidas, pero como su voto de sacerdote le consideraba vitalicio, el prefiere decir ser sacerdote. Sus muchos experiencias en su larga vida le han dado una riqueza de experiencias, y ahora de nuevo, puede celebrar misa publicamente. Para nosotros, es un enorme gozo celebrar la misa con él.
Aun siendo un jueves, la Iglesia se llenó, y cientos gozaron de la misa al ritmo del son de la Misa Campesina, tocada en vivo por jóvenes de la misma iglesia. Celebraron con él los nicaragüenses ese día, casi todos los presentes siendo nacionales, pero por todo mundo la noticia del levantamiento de la orden del Papa Juan Pablo II se ha notado. Es difícil creer que, después de tantos años de represión, la Teología de la Liberación ya es aceptado como un concepto válido dentro de la Iglesia Católica.
El prestigioso peri New York Times menciona la eliminación de la sanción contra el Padre Miguel en el contexto de un cambio en la dirección de la Iglesia Católica. El Papa Francisco obviamente no vio sentido en mantener silencio sobre el Padre Miguel, y no solo este aspecto de la Iglesia cambia. La Iglesia cada día más aboga por los pobres. El Padre Miguel cuenta entre varios que una vez fueron reprimidos por su identificación con la Teología de la Liberación, ahora encontrando espacio dentro de la gran familia de la Iglesia de este nuevo Papa.
Nosotros somos creyentes de varios credos, también de ninguno; pero nosotros todos celebramos con el Padre Miguel, unidos en la fé que el cielo, si bien existe, debe existir en la tierra también. Por ende, cada uno de nosotros debe participar en el proceso de la justicia social, en la equidad de los disfrutes y los sufrimientos. Las ideas de Miguel que chocaron con el Papa en ciertos tiempos, nunca fueron en contradiccion con los miembros de su congregacion Maryknoll, quienes siempre lo apoyaban y ahora siguen como hermanos en la fe.
El mensaje del Padre Miguel contra el imperialismo, a favor de la soberania de los pueblos, es un mensaje que deseamos adoptar e integrar a nuestras vidas. Nicaragua es un país cuya gente sufre de desigualdad interna, donde las desigualdades son ocupadas en nombre de los pobres, pero pocas veces por los propios pobres en si.
Nos alegra mucho celebrar con el Padre Miguel, por él y por un mundo desigual y sediente de paz verdadera. Deseamos siempre acompañar a las personas que no pueden gozar de la justicia, porque la justicia ambiental requiere de una justicia social también, donde todos gozan de plena participación en su cultura y sociedad.
No nos importa el número de misas que oficia el Padre Miguel ahora, que sean pocas o muchas, ahí estamos con él, celebrando y deseando un mundo donde todos tienen la oportunidad de desarrollar su vida sin represiones, donde la Madre Tierra sea respetada y amada y parte de la conciencia de cada uno de nosotros.
Este paso de regresarle al Padre Miguel sus funciones públicas es vital, pero no es un final. Ahora nos toca a reflexionar y luchar por un mundo diferente, donde la pobreza no es causa de opresión, donde los pueblos viven en armonía, donde la vida es respetada.
Sus muchos vaivienes en su larga vida le han dado una riqueza de experiencias, pero ahora en su fase conclusiva, el Padre Miguel ha podido recurrir de nuevo compartir la comunión con la gente y hablar de su fé dentro de la iglesia. Estamos agradecidos por la comprensión del Papa Francisco, por una iglesia que otra vez aboga por la gente!
Father Miguel d'Escoto y Father Antonio Castro en la Iglesia La Merced. Foto Carolina Espinoza. |
El Padre Miguel d'Escoto se relaja con amigos. Foto Octavio Corea. |
Padre Miguel d'Escoto lee de la Biblia en la Iglesia la Merced. Foto Carolina Espinoza. |
Por primera vez en 29 años, el Padre Miguel d'Escoto Brockmann celebra la comunión como sacerdote. Le acompaña el Padre Antonio Castro. Foto Carolina Espinoza. |
La comunión en la Iglesia La Merced. Foto Carolina Espinoza. |
Padre Miguel d'Escoto relata sobre los largos años de suspensión de funciones públicas. Foto Carolina Espinoza. |
Padres Miguel d'Escoto Brockmann y Antonio Castro. Foto Carolina Espinoza. |
Padre Miguel d'Escoto celebró oficiar su primera misa en 29
años con cientos de feligreses. Foto Carolina Espinoza.
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Aunque no fuera mencionado entre mucha gente, la Iglesia La Merced se llenó de gente que quiso compartir la alegría con el Padre Miguel. Foto Carolina Espinoza. |
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